Add parallel Print Page Options

y las siete espigas menudas devoraban a las siete espigas gruesas y llenas.

El faraón se despertó y vio que era un sueño. Sucedió que por la mañana estaba agitado su espíritu, y envió llamar a todos los magos de Egipto y a todos sus sabios. Les contó sus sueños, pero no había quien se los pudiera interpretar al faraón. Entonces el jefe de los coperos dijo al faraón:

—Me acuerdo hoy de mis faltas.

Read full chapter